Justicia para una clienta que sufrió daños graves durante el parto

Sara Espeja Peralta
Lesiones durante el parto. Caso de estudio

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El equipo de negligencia clínica de Osbornes Law llegó a un acuerdo en un caso en el que la clienta sufrió graves daños como resultado de una negligencia médica cuando dio a luz a su primer hijo en noviembre del 2018. Mick Leahy, abogado del equipo de negligencia médica, representó a nuestra clienta.

 

Contexto del caso – Negligencia médica y lesiones durante el parto

Nuestra clienta, AB, se quedó embarazada a principios de abril del 2018 y solicitó ser atendida por matronas en el Princess Royal University Hospital (PRUH) cuando estaba de 9 semanas y 5 días. King’s College London Hopsital NHS Foundation Trust gestiona el PRUH. Se estimó que el embarazo de AB era normal y de bajo riesgo. Acudió a todas sus citas de prenatalidad como estaban planeadas y no hubo motivos de preocupación durante el embarazo.

El 17 de noviembre del 2018, AB llamó a la línea telefónica de atención al parto e informó de que tenía fuertes contracciones. Le dijeron que fuera al centro de maternidad para evaluarla. Llegó poco después y a las 14:00 se reigstró que estaba en la fase latente del parto. En este punto, el plan era que continuara en observación, registro cardiotográfico, espéculo, examinación vaginal y programar la revisión de un obstetra si fuera necesario.

Poco después, a las 15:00 del 17 de noviembre del 2018, AB había dilatado 5 cm y se le transfirió al centro de maternidad a esperar. En ese momento, se decidió mantenerla en observación.

A las 19:10 la matrona constató que el parto pasó a la fase activa porque AB tenía contracciones fuertes y necesitaba tratamiento para el dolor. Se planeó que AB tuviera vigilancia fetal intraparto, tratamiento para el dolor según se necesite e hidratación oral/cuidado de la vejiga.  Se monitorizó el feto tras cada contracción hasta el cambio de turno de noche, aproximadamente a las 20:30.

Hacia las 20:50, AB tenía de 3 a 4 contracciones cada 10 minutos y duraban 55 segundos, de leves a moderadas al tacto. Se detectó que el feto se movía correctamente. A las 21:00 tenía una dilatación de 6 cm.

AB se quedó en el centro de maternidad toda la noche hasta el 18 de noviembre del 2018. A las 3:00, se le empezó a administar bencilpenicilina por prevención, 24 horas más tarde de que empezara a echar líquido amniótico. Más tarde se tomó la decisión de alargar el parto con Syntocinon. Todavía tenía una dilatacion de 6 cm en este momento.

A las 11:40, se le volvió a examinar. Las contracciones eran más fuertes y más frequentes desde pronto por la mañana. En ese momento había dilatado hasta 9 cm, lo cual era un progreso considerable. Se estaba desarrollando un caput y el vértice quedaba por encima de las espinas isquiáticas. Aun así, se decidió continuar con el parto y que se examinara a AB en 2 horas.

A las 13:40 no la dilatación cervical seguía igual, sin embargo, AB tenía 4 contracciones fuertes cada 10 minutos. Hubo más señales de que el parto se estaba obstruyendo en ese momento y de que había caput. De todos modos, ningún obstetra con experiencia la revisó ni se decidió nada sobre acabar el procedimiento con una cesárea de emergencia

Solo a las 15:55 el residente de la planta hizo una examinación vaginal con su consentimiento y el cérvix estaba diltadado 9 cm. El registro cardiotográfico salió normal, pero se tomó la decisión de hacer una cesárea porque la línea de base había aumentado

El 18 de noviembre del 2019, a las 17:30, AB tuvo una cesárea de emergencia en el quirófano. AB había dilatado 9 cm cuando la transfirieron al quirófano. El procedimiento inició a las 17:35 y se hizo la incisión en el útero a las 17:38.

A las 17:46 se constató que AB tenía dificultades para dar a luz y había señales de obstrucción al parto. Se detectó un anillo de Bandl. El cirujano hizo una incisión en forma de T en el útero de AB debido a la dificultad del parto y su hija nació a las 17:46.

El bebé de AB fue admitido en la UCIN tras su nacimiento y AB tuvo que quedarse en el hospital porque su recuperación fue complicada. Padeció de sepsis e íleo en el postparto. Al final, AB fue dada de alta el 30 de noviembre del 2018. Sin embargo, volvió al hospital el 6 de diciembre del 2018 por dolores continuos en el postoperatorio. Fue ingresada y le dieron antibióticos. En esta ocasión, estuvo en el hospital hasta el 11 de diciembre del 2018.

Todos estos sucesos mencionados anteriormente tuvieron efectos adversos en el siguiente emabrazado de AB en 2020. Este parto se planificó a las 36 semanas de gestación debido a las complicaciones de su anterior embarazo. Por desgracia, se le ingresó con un fuerte dolor abdominal en la semana 31 de gestación y se le diagnosticó una ruptura uterina, por lo que necesitó dar a luz inmediatamente. Desde entonces, se le ha aconsejado no tener más hijos.

 

Reclamación por lesiones durante el parto

Nicholas Leahy, del equipo de abogados especialistas en negligencia médica de Osbornes Law, fue instruido por AB en diciembre del 2020 para presentar una reclamación contra King’s College Hospitals NHS Foundation Trust.

Tras las investigaciones iniciales, un consultor experto en obstetricia y líder en el sector aportó pruebas que apoyaban el caso de AB por incumplimiento del deber y causalidad. Nuestro experto opinó que a pesar de que hubiera pruebas claras de que había obstrucción fetal en el parto, hubo una negligencia al no reconocerlo y al no ofrecer a AB la posibilidad de proceder con una cesárea de emergencia, sino aconsejarla como la opción más segura en estas circunstancias. Nuestro experto opinó que, debido a esos fallos, el parto de AB se complicó más y que si no hubieran tenido lugar estos fallos tan importantes, AB no hubiera necesitado una incisión en T invertida o una extracción de nalgas inversa.

Se envió una carta de demanda al hospital en octubre del 2021 y recibió una respuesta el 1 de marzo de 2022. La parte contraria admitió la responsabilidad en la carta de respuesta y nos invitó a remitir un Schedule of Loss (documento q refleja las pérdidas financieras sufridas a consecuencia del accidente) para intentar alcanzar un acuerdo en su caso.

Obtuvimos un informe médico sobre el estado y el pronóstico de un cirujano plástico y de reconstrucción, que aconsejó a AB varios tratamientos para reducir la cicatriz, que era más grande de lo que habría sido de no ser por la negligencia admitida. Tras la recepción de estas pruebas, se envió a la parte contraria un documento específico que refleja las pérdidas financieras. Recibimos ofertas para llegar a un acuerdo y la parte contraria aceptó el acuerdo de la parte 36 de AB en abril de 2022 por una suma de £85 000.

Esto es lo que dijo Nick Leahy tras obtener un buen resultado en este caso:

“Me alegro mucho de haber conseguido un buen desenlace en el caso de nuestra clienta, que refleja todo el dolor y el sufrimiento que ha padecido y con lo que podrá recibir el tratamiento que necesita en el futuro. El hecho de que este caso se resolviera en un periodo de tiempo relativamente corto demuestra los beneficios de la colaboración entre los representantes legales. Por desgracia, muchas veces los casos grandes se defienden sin necesidad, lo que causa más estrés y sufrimiento a personas lesionadas y aumenta el coste del proceso”.

Si cree que ha sido víctima de una negligencia médica y quiere saber si tiene derecho a interponer una reclamación por lesiones, póngase en contacto con nosotros llamando al número 020 4516 9259 o envíenos un email a sara.espeja@osborneslaw.com

 

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