Se obvió una lesión en el nervio durante una operación

Esta semana el equipo de negligencia médica de Osbornes Law ha llegado a un acuerdo satisfactorio en un caso de una clienta que sufrió una lesión grave en el nervio peroneo superficial durante la operación del tobillo derecho en septiembre de 2014. La reclamación se resolvió en una reunión virtual con los equipos legales de la parte demandante y la parte demandada (NHS Trust) reunidos en Zoom para intentar llegar a un acuerdo. El representante de nuestra clienta fue Nick Leahy, abogado del equipo de negligencias médicas, Andra Popoiag, una paralegal del mismo equipo y Helen Pooley, barrister de 9 Gough Chambers.

Nuestra clienta, IM, se fracturó el tobillo en un accidente cuando se encontraba en Rumanía en septiembre de 2014. Volvió de nuevo a Reino Unido donde fue atendida por el servicio de accidentes y urgencias del hospital de su localidad. Le comunicaron que tenía una fractura en el tobillo y que necesitaría someterse a una reducción abierta y fijación interna (RAFI). La operación tuvo lugar el 7 de septiembre de 2014. Durante el procedimiento, el cirujano dañó el nervio peroneo superficial de IM. No lo detectó durante el procedimiento. Tras la operación IM empezó inmediatamente a quejarse de un dolor punzante e insensibilidad en la parte baja de la pierna derecha, el tobillo y el pie, dolencias ausentes antes de la operación. Sin embargo, le dijeron que era algo normal.

Le dieron de alta del hospital y acudió a varias citas de seguimiento en los meses siguientes. En una cita el 25 de noviembre de 2014 informó a su cirujano de que sentía rigidez en el tobillo. No la examinaron adecuadamente y solo la derivaron al fisioterapeuta. Acudió a las sesiones de fisioterapia como estaba planeado, pero no alivió los síntomas.

Casi 2 años más tarde, el 6 de septiembre de 2016, IM informó de un dolor en la parte lateral del pie derecho en la zona que rodea los elementos de sujeción. También se quejó de un hormigueo en un lado del pie que llegaba hasta el tercer y quinto dedo. Le dijeron que le quitarían las sujeciones metálicas en una operación y que le haría un escáner.

Le quitaron las sujeciones de metal el 8 de octubre de 2016. Tras esta operación se le comunicó a IM que el cirujano le había dañado el nervio del tobillo en la primera intervención el 7 de septiembre de 2014. La derivaron de inmediato al neurocirujano del Royal National Orthopaedic Hospital (RNOH).

El 4 de octubre de 2017, los médicos del RNOH examinaron y al final exploraron el nervio, se llevó a cabo una neurólosis y un injerto de nervio. Le dijeron a IM que eso aliviaría los síntomas. Sin embargo, el 6 de marzo de 2018, aunque IM informó de que los dolores habían disminuido un poco, todavía sentía una sensación de quemazón y quizás dolor a causa de la regeneración del nervio. El equipo de RNOH decidió intentar un tratamiento alternativo que incluía la aplicación de parches de capsaicina para intentar reducir la hipersensibilidad del pie. IM se sometió a estos procedimientos varias veces, pero no hicieron mucho efecto.

Hace poco se derivó a IM a una clínica de tratamiento del dolor en un importante hospital de Londres para intentar controlar su continuo dolor neuropático.

IM instruyó a Nicholas Leahy de Osbornes en marzo de 2019 para interponer una reclamación contra NHS Trust. Tras la investigación inicial, se envió una carta de reclamación al hospital en mayo de 2019, y se recibió una respuesta en noviembre de 2019. NHS Trust admitió que el cirujano no identificó la lesión del nervio durante la operación, pero argumentó que la lesión no fue causa de una negligencia y que el daño causado durante el procedimiento es irreparable, por lo que cualquier diagnóstico hecho después no hubiera cambiado la situación de IM.

El equipo legal de abogados de negligencia médica de Osbornes consiguió pruebas de un especialista en traumatología, un especialista en la cirugía de los nervios periféricos y un especialista en el tratamiento del dolor, que colaboró en su caso.

La reclamación planteó asuntos complejos como el incumplimiento del deber, la causalidad y la cuantía, y empezaron las negociaciones con los abogados defensores durante el 2020. Ambas partes hicieron ofertas, pero no se llegó a un acuerdo y, por eso, en marzo de 2021 los abogados de la parte demandada aceptaron acudir a una reunión conjunta por Zoom para intentar llegar a un acuerdo.

La reunión se llevó a cabo el 10 de marzo de 2021 y la representante de IM fue Helen Pooley de 9 Gough Chambers, Nick Leahy y Andra Popoiag, ambos de Osbornes. Algunos aspectos de la reclamación siguieron en disputa, como el tipo y el coste del tratamiento recomendado por el especialista en tratamiento del dolor (el coste de la neuromodulación). Sin embargo, tras solo dos horas ambas partes llegaron a un acuerdo.

La suma que recibió IM le permitirá tratarse con neuromodulación, como recomendó el especialista en tratamiento del dolor, y también podrá tomar parte en un programa de tratamiento residencial para el dolor en un hospital privado de Londres en un intento de aliviar los síntomas. Además, se acordó una suma por el prolongado periodo de dolor y sufrimiento que IM ha sufrido desde la fecha de su primera operación.

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